domingo, 19 de junio de 2016

Elementos de la arquitectura gótica



Planta original de Notre-Dame de París.
La arquitectura gótica presenta innovaciones técnicas y constructivas notables, que permitieron levantar estructuras esbeltas con medios y materiales sencillos. Las principales aportaciones constructivas, al igual que en el románico, se centran en las cubiertas.


Planta

La planta de las grandes iglesias góticas responde a dos tipos principales:
  • de tradición románica. En él se observan casi las mismas formas que en el estilo románico y más comúnmente la de cruz latina, con girola o sin ella pero con los brazos poco salientes y con los absidiolos o capillas absidiales frecuentemente poligonales. Las iglesias abaciales, sobre todo, cistercienses, siguen este tipo con brazos muy salientes como en la época románica. Y en las iglesias menores o populares se adopta como planta más común la de cruz latina o la rectangular y con un solo ábside poligonal en la cabecera;
  • de salón. La planta carece de crucero de brazos salientes (aunque no deja de ostentarse más o menos la simbólica cruz de en medio), el templo de salón presenta una disposición basilical y posee, como mínimo, tres naves de igual altura y, por consiguiente, un sistema de iluminación lateral. Los espacios interiores son amplios y desahogados, abarcables con una sola mirada y tremendamente unitarios, de ahí que parezcan o tengan el aspecto de un gran salón.
En todo caso, la planta se divide en tramos rectangulares o cuadrados determinados por las columnas y arcos transversales y sobre éstos, cargan las bóvedas de crucería. Desde mediados del siglo XIII se hace común el abrir capillas en los lados de las iglesias, entre los contrafuertes, para satisfacer la devoción de los gremios o cofradías y del pueblo en general, ya que antes de esta época era raro admitirlas fuera de los ábsides.


Arco apuntado

El arco apuntado es uno de los elementos técnicos más característicos de la arquitectura gótica, y vino a suceder al arco de medio punto, propio del estilo románico. El arco apuntado, a diferencia del arco de medio punto, es más esbelto y ligero por transmitir menores tensiones laterales, permitiendo adoptar formas más flexibles, resulta más eficaz, pues gracias a su verticalidad las presiones laterales son menores que en el arco de medio punto, permitiendo salvar mayores espacios. A lo largo del gótico el arco apuntado mostró variantes como el arco trilobulado, el arco conopial utilizado durante el denominado gótico flamígero o el arco Tudor, durante el denominado gótico perpendicular inglés.


Bóveda de crucería o nervada

La bóveda de crucería, conformada por arcos apuntados, a modo de esqueleto, es más ligera que cualquier otro tipo de bóveda construida hasta esa fecha. La utilización de ese tipo de arco formando un esqueleto tridimensional unitario refleja el alto conocimiento técnico que alcanzaron los constructores de catedrales.
El periodo primero se distingue por la sencillez de los arcos cruceros o diagonales que son simples y llevan pocas molduras, en este mismo periodo se usó también la denominada bóveda sexpartita (dividida en seis témpanos) para los tramos de bóveda de la nave central, cuando ésos se hacían cuadrados, correspondiendo cada uno de ellos con dos de las naves laterales. En el segundo, se aumenta la crucería con arcos o nervios secundarios y los llamados terceletes para sostener los témpanos de plementería ya que las bóvedas se hacen más amplias. A la vez, se molduran todos los arcos, mayormente los diagonales y éstos y demás nervios reciben más perfiles y se ligan con nervios transversales. En el tercer periodo se añaden nuevos terceletes y nervios secundarios con sus ligaduras aun sin necesidad alguna y se generaliza la bóveda llamada estrellada (por la figura del conjunto) y los nervios y arcos se perfilan con más delicadeza. En el primer periodo se usó con alguna frecuencia la bóveda sexpartita (dividida en seis témpanos) para los tramos de bóveda de la nave central cuando ésos se hacían cuadrados y correspondían cada uno de ellos con dos de las naves laterales.
Desde finales del siglo XV, se adornaban las claves de las crucerías en muchos edificios con florones de madera o de metal, dorados o policromados conocidos con el nombre de arandelas. Pero ya desde los principios del estilo se decoran dichas claves con variados relieves.
Los ábsides góticos se cubren también con diferentes bóvedas de crucería pero de tal suerte que los arcos o nervios concurren todos a una clave central formando crucería radiada y muy a menudo se da al cascarón una forma gallonada o dividida en compartimentos de boveditas parciales más o menos salientes o profundas. Esta disposición, al paso que refuerza y embellece el ábside, contribuye mucho a la sonoridad de la iglesia sobre todo, para los cantos desde el presbiterio.
En el transcurso del gótico, la bóveda de crucería fue adquiriendo una mayor complejidad estructural y decorativa, desde la simple o cuatripartita hasta llegar a las bóvedas de abanico.


Contrafuertes y arbotantes


Estructura de soporte por arbotantes.
Para soportar el empuje del peso de las bóvedas, en vez de construir gruesos muros como se realizaba en el románico, en el que los contrafuertes adoptaban la forma de pilares adosados exteriormente al muro, con un ancho creciente en su base; los arquitectos góticos idearon un sistema más eficiente: los contrafuertes con arbotantes. Los contrafuertes se separan de la pared, recayendo el empuje sobre ellos por medio de un arco de transmisión denominado arco arbotante. Todavía se puede alcanzar una mayor resistencia colocando a continuación un segundo contrafuerte. Los arbotantes también cumplen la misión de albergar los canales por donde descienden las aguas de los tejados y evitar así que resbalen por las fachadas.
Por un lado, la disposición de estos machones transversales permitía hacer fachadas no portantes, esbeltas, con enormes huecos. Por otra parte, al conectar los contrafuertes por medio de arcos arbotantes a la estructura principal se ganaba brazo de palanca y se liberaba espacio para situar naves laterales, paralelas a la nave principal.
Los botareles y demás contrafuertes se decoran, montando pináculos sobre ellos para que tengan más peso y resistencia, logrando así con estos remates el doble fin constructivo y estético.
El sistema de arbotantes y contrafuertes de las iglesias góticas constituye un elemento característico que embellecen el exterior de los edificios, pero a la vez, ponen de manifiesto la propia fragilidad estructural, ya que sujetan el edificio a modo de apuntalamiento externo.


Alzado


Alzado de la catedral de Laon, en la que se muestra la estructura cuatripartita (arcadas, tribuna, triforio y claristorio y alzado de la catedral de Langres en el que se muestra la estructura tripartita.
El sistema constructivo gótico, eficiente y ligero en su conjunto, permitió ganar altura para los edificios. El alzado de los templos góticos presenta diversas alternativas que se fueron sucediendo en el tiempo:
  • Alzado cuatripartito: estructurado en cuatro niveles es utilizado en el gótico inicial, en especial de la región de Normandía como en las catedrales de Laon y Noyon. Los cuatro niveles que forman este modo son:5
  • el alzado tripartito se estructura en en tres niveles, se impone desde fines del siglo XII. En este modelo se distinguen dos variantes, una primera que presenta el triforio ciego y una segunda con el triforio calado. Los distintos niveles que forman el modo tripartito son:5
    • 1.er piso: arquería
    • 2º piso: triforio
    • 3º piso: claristorio o ventanales.
  • el alzado bipartito: A partir de 1300 se empieza a utilizar un nuevo alzado con solo dos plantas
    • 1.er piso: arquerías
    • 2º piso: claristorio


Columnas


Columna con nervios de la Colegiata de Medina del Campo.
Los soportes o columnas del arte gótico consisten en el pilar compuesto el cual, durante el periodo de transición, es el mismo soporte románico aunque dispuesto para el enjarje de arcos cruceros. Pero en el estilo gótico perfecto se presenta cilíndrico el núcleo del pilar, rodeado de semicolumnillas (pilastras) y apoyado sobre un zócalo poligonal o sobre un basamento moldurado, a diferencia del estilo románico en que tal zócalo era uniforme y cilíndrico.
Estos basamentos se hallan más divididos y moldurados conforme avanza más la época del estilo, distinguiéndose especialmente los de periodo flamígero por destacarse de ellos pequeñas basas parciales de diferentes alturas correspondiendo éstas a las columnillas que rodean el núcleo del pilar. Pero en el siglo XVI se vuelve con frecuencia al uso del zócalo primitivo prismático o cilíndrico sin divisiones. Las columnillas adosadas alrededor del núcleo se corresponden con los arcos y nervios de las bóvedas, cada una con el suyo, según el principio seguido en el estilo románico de que debe corresponder a cada pieza sostenida su propio sostén o soporte.
Estas columnillas van aumentando en número a medida que progresa el estilo. Al principio, suelen ser cuatro o seis en los pilares aislados, de suerte que la sección transversal u horizontal de éstos forme en la mayoría de los casos una especie de cruz de núcleo prismático. Pero luego se van multiplicando de tal manera en las nuevas construcciones, desde mediados del siglo XIII, apenas queda visible el núcleo central (que en adelante suele ser redondo). Aparece ahora todo el soporte como un haz de cilindros, los cuales en elsiglo XV se reducen a simples junquillos o baquetones por haber aumentado su número y no tener ya cabida si no es con esta forma; pues no solo se adjudica una columnilla para cada arco y nervio de la bóveda sino que hasta las molduras principales de éstos tienen su columnilla correspondiente en el soporte.


Capiteles


Capitel gótico en el Palacio Ducal de Venecia.
El capitel gótico va perdiendo su importancia según adelanta la época del estilo. Después del periodo de transición en el que se sigue el capitel románico se presenta como un tambor algo cónico abrazado con follaje cuyos motivos se toman de la flora del país (aunque, a veces, sobre todo durante el siglo XIV admite figurillas e historias entre el follaje siempre con más pulcritud que en el estilo románico) y se corona por un ábaco circular o poligonal de varias molduras.
Posteriormente, el capitel se va haciendo más pequeño y delicado y por fin, llega hasta suprimirse cuando en el siglo XV el haz de junquillos se ramifica directamente en los nervios de la bóveda sin que medie solución de continuidad en muchos casos o se queda en forma de simple anillo.


Cúpulas


Cimborrio de la catedral de Burgos.
Las cúpulas se forman de témpanos sostenidos por nervios radiantes que arrancando del octógono formado por los arcos torales y por una especie de trompas muy artísticas situadas en los ángulos determinados por ellos, se unen concurriendo a una clave superior y céntrica.
El cimborrio se manifiesta al exterior en forma de prisma octógono o hexágono coronado por una pirámide con más atrevimiento y elegancia que en el arte románico. Muchas veces, en lugar de cúpula se alza una simple linterna prismática a modo de torre sobre el crucero.


Ventanas y vidrieras

La reducción de la estructura sustentante al mínimo imprescindible permitió abrir grandes huecos en los muros de las fachadas. Los artistas de la época pudieron dar rienda suelta a su imaginación creando un arte desconocido hasta la fecha.
Las ventanas del periodo de transición suelen ser como las románicas de arco apuntado. Pero luego se ostenta el verdadero ventanal gótico amplio y decorado en su parte superior con hermosos calados de piedra, los cuales se forman de rosetoncillos combinados, siempre sostenidos por columnillas o parteluces. En el siglo XIV se complica la tracería multiplicándose los rosetoncitos y adelantando ya el XV se combinan las líneas formando curvas serpenteantes constituyendo el calado flamígero.
Una cosa parecida se observa en los grandes rosetones que se colocan en lo alto de las fachadas: al principio, toman la forma radiante y sencilla aunque en iglesias suntuosas es algo más complicada. Se multiplican los adornos de la rosa en el siglo XIV y en el XV llega a ser la tracería un verdadero laberinto de curvas enlazadas. No faltan en todas las épocas sin embargo ventanas menores de traza más sencilla y pequeños aljimeces. Ventanas y rosetones suelen cerrarse con magníficas vidrieras polícromas e historiadas donde a su modo se ejercita el arte pictórico monumental ya que apenas le dejan espacio para su desarrollo los escasos lienzos de pared que median entre los referidos vanos en las iglesias suntuosas.


Puertas


Portada de la catedral de León.

Portada del Sarmental (1240). Catedral de Burgos
En las puertas y la fachada despliega el arte gótico toda su magnificencia y su concepción teológica. La portada gótica admite la misma composición fundamental de forma abocinada, que la románica pero se multiplican las arquivoltas y se añade una mayor elevación de líneas con más riqueza y finura escultórica guardando siempre en arcos y adornos la forma propia del nuevo estilo. Encima de la puerta suele colocarse un elevado gablete.
Las portadas más suntuosas llevan imágenes de apóstoles y de otros santos bajo doseletes entre las columnillas (y a menudo, también otras menores entre las arquivoltas) flanqueando el ingreso el cual está dividido por un parteluz que sirve de apoyo a una estatua de la Virgen María o del titular de la iglesia.
Las iglesias del Cister y otras menores que se modela a imitación suya carecen de imaginería en la portada, la cual se compone del grande arco abocinado y decorado con simples baquetones y alguna ornamentación vegetal o geométrica. La finura en la ejecución de la obra escultórica y la multiplicación progresiva de las columnillas y molduras con el adelgazamiento de ellas, denuncian mejor que otras las señales de la época de la construcción de las portadas. Pero las del último periodo desde mediados del siglo XV se reconocen sobre todo por la multitud y pequeñez de los detalles por la arquivolta conopial, cargada de frondas retorcidas y por otros ornamentos de la época.

jueves, 16 de junio de 2016

ARQUITECTURA GÓTICA (ORÍGENES)



El estilo gótico nació como tal en el norte de Francia, a mediados del siglo XII. Se da la fecha del 14 de julio de 1140, en que se inició la restauración del abad Suger al deambulatorio de la Basílica de Saint-Denis, como la fecha de nacimiento de este estilo, sin embargo debe hablarse más bien de una evolución técnica de las formas de las escuelas románicas regionales. Así, ya a finales del siglo XI, se había comenzado a construir en Inglaterra la catedral de Durham, con bóveda de crucería y estructura gótica. En los primeros momentos, durante el denominado estilo de transición, que se alargó hasta finales del siglo XII, se siguió manteniendo cierta forma o fisonomía románica. Por ejemplo, en el primer gótico se mantuvo una estructura de proporcionalidad clásica en las fachadas, propia del románico, que se puede observar en la catedral de Notre Dame de París, que más adelante se perdió en beneficio de efectos mucho más verticales. De forma esquemática se dice que la arquitectura de este período fue una arquitectura románica con bóvedas y arcos apuntados.
En el gótico inicial comienzan a usarse los arcos apuntados, las bóvedas de crucería, los arbotantes y las ventanas de lanceta, pero sin la decoración y el pleno sentido estructural que alcanzarán en el gótico pleno. Algunos autores critican la calificación de "protogóticas" para estas estructuras, considerando que no se trata de un estilo de transición entre el tardorrománico y el gótico (que ha llegado a denominarse románico ojival), sino de formas románicas y góticas yuxtapuestas en un mismo edificio (habitualmente una planimetría y elementos sustentantes románicos y unos arcos y bóvedas góticas), como consecuencia de lo prolongado de su construcción.

En Francia, a este periodo gótico inicial corresponden la abadía de Claravalla deTrois Fontaines y la de Fontenay (fundaciones cistercienses de Bernardo de Claraval, desde 1117), la catedral de Sens (desde 1140), la basílica de Saint-Denis (cuya dirección por elabad Suger de 1122 a 1151 se considera el arranque del estilo gótico), la catedral de Angers (1149–1159), la catedral de Laon (1155-1235) y la catedral de Poitiers (1162). Estos edificios son en general austeros, y presentan una altura e iluminación que, si bien son notablemente más pronunciadas que en el románico, aún no alcanzan las impresionantes cotas de las fases posteriores: el gótico pleno de las catedrales de Chartres (1194-1220) y de Reims (1211), o los prodigios del rayonnant de Beauvais (1225 -de inigualada altura-) o de la Sainte Chapelle (1241-1248). La catedral de Notre-Dame de París, por su cronología intermedia (1163-1267), participa de las características de las tres primeras fases del gótico francés.

En la periodización del gótico inglés se denomina Early English Style (por contraposición al contemporáneo French Style -el gótico inicial francés- y al anterior Norman-"normando", el románico que la conquista normanda introdujo en Inglaterra desde 1066-) a la primera fase del gótico (también etiquetada como Early Plantagenet,Lancet o First Pointed Style), ejemplificada la reconstrucción de la catedral de Canterbury tras el incendio de 1174; aunque también hubo numerosas fundaciones cistercienses, como la abadía de Rievaulx (1132).
En la zona centroeuropea del Sacro Imperio, el término alemán Romano-Gotik se extiende para aplicarse a edificios de cronología relativamente tardía, caracterizados por versiones provincianas y cautelosas del gótico; mientras que los considerados primeros edificios góticos son la abadía de Eberbach (1136), la catedral de Magdeburgo (1207) y la Liebfrauenkirche de Tréveris (1235).
En los reinos cristianos peninsulares el nuevo estilo también se incorporó a través de las fundaciones cistercienses, a las que siguieron las más ambiciosas obras catedralicias. En el reino de Portugal, el monasterio de Alcobaça (1178) fue la primera obra gótica. En la corona de Castilla, el monasterio de Moreruela (1133), lacatedral de Ávila (1170) y la catedral de Cuenca (1196). En la corona de Aragón, el monasterio de Poblet (1153), la catedral de Tarragona (1173) y la catedral de Lérida(1193).
En Italia, la fuerte peculiaridad de su tradición artística no impidió la llegada de alguna influencia del gótico inicial de origen francés, perceptible en la abadía de Chiaravalle (1135) y la de Fossanova (1187).


Pintura

Los muros dejan de ser los soportes pictóricos casi únicos. Además de las vidrieras, que por su propia naturaleza siguen dependiendo de la estructura arquitectónica, comienza a ser muy abundante el arte mueble pintado, cuyo soporte es la tabla, que forma paneles en los frentes de altar y en los retablos inicialmente sencillos (dípticostrípticospolípticos -se harán cada vez más complejos a finales de la Edad Media-) que se disponen sobre los muros, o piezas devocionales de tamaño más reducido, apropiadas para ser trasladadas y adaptadas a diversas ubicaciones. Incluso más facilidad hay para la difusión de los manuscritos iluminados, que provienen de una tradición altomedieval, pero que se hacen cada vez más comunes.
Las formas van perdiendo paulatinamente el hieratismo y la frontalidad propias de la pintura románica, componiéndose escenas complejas en las que se reflejan actitudes y sentimientos; aunque todavía se mantenga una característica ingenuidad, y estén ausentes los conceptos de profundidad, sombreado o perspectiva de épocas posteriores.
Para la pintura gótica en España se considera "protogótico" el periodo en que se ha superado los rasgos iconográficos y formales de la pintura románica pero aún no se ha introducido el denominado "italogótico": la influencia de las escuelas sienesa y florentina que caracterizan al periodo posterior. Cronológicamente el protogótico pictórico es más tardío que la arquitectura del gótico inicial, y, aunque se identifica con la primera mitad del siglo XIII (reinados de Alfonso VIII de Castilla y Pedro II de Aragón), se prolonga en el tiempo. También se identifica con el término "francogótico", mientras que la etiqueta de "gótico lineal" se aplica al siglo XIV.

Edificios góticos

Arquitectura religiosa

La catedral es el edificio donde el gótico alcanza su expresión más plena, en la que se refleja el esfuerzo y la aportación de toda una ciudad. A su construcción suelen colaborar las cofradías y gremios que suelen tener su manifestación en las capillas laterales.
También destaca la arquitectura monasterial, entre la que se distingue:
  • La arquitectura cisterciense, con monasterios situados en el campo, desconectados de la vida civil, que desarrollan un estilo protogótico y que servirá para la propagación del estilo gótico por toda Europa. Aunque tampoco todos los componentes de esta arquitectura servirán de fundamento para el gótico.
  • La orden cartuja
  • dominicos y franciscanos.

Arquitectura civil

La arquitectura civil muestra la pujanza económica en la Baja Edad Media, el auge de las actividades comerciales y artesanales, la apertura de nuevas rutas comerciales y el próximo descubrimiento de América. En la arquitectura militar se desarrolla y perfecciona la construcción de castillos y murallas; los puentes se fortifican con puertas a los extremos y en medio. La arquitectura civil muestra la consolidación de formas municipales frente al poder señorial o eclesiástico con la construcción de grandes edificios destinados a servir de sede de sus instituciones y gobiernos municipales, entre los que destacan los de las ciudades italianas de Florencia y Siena y también los de la región de Flandes. En Cataluña sobresalen la Casa de Ciudad y el Palacio de la Generalidad en Barcelona. También se desarrolló la construcción de lonjas comerciales, palacios urbanos, universidades, hospitales y viviendas particulares para la nueva burguesía urbana que desplazaba a la nobleza. Asimismo, destacó durante el siglo XV, concretamente durante el último periodo del gótico, toda la arquitectura civil en Flandes.